Análisis Tour de Francia: Tony Martin ejemplar y los favoritos empatan en batalla sobre adoquines

                        
Una de las etapas más temidas en este Tour de Francia por esos siete tramos de pavé con polvo, tierra y adoquines se tradujo en un empate entre los favoritos al título: el italiano Vincenzo Nibali (Astana), el colombiano Nairo Quintana (Movistar Team), el español Alberto Contador (Tinkoff Saxo) y el exlíder, el británico Christopher Froome (SKY).
Mientras que entre los cuatro fantásticos no se produjo diferencias, la figura del día fue el alemán Tony Martin (Etixx Quick Step), quien con una bicicleta prestada salió en busca de su gran sueño amarillo.
El germano venía intentándolo desde el primer día. Estuvo cerca en la fracción inaugural, en la segunda etapa tampoco lo consiguió, en el tercer día de carrera quedó a centésimas de asumir el liderato de la ronda gala, pero la cuarta fue la vencida y el triple campeón mundial de contrarreloj es el nuevo mandamás en la Grande Boucle.
Después de superar esos siete tramos adoquinados, Tony Martin lanzó un ataque a falta de 2.000 metros.
Iba mentalizado a que al estar solo y en punta, debía emprender una especie de contrarreloj y que como es su especialidad, era la forma de arrebatarle esa camisa amarilla a Froome.
Sin embargo, su esfuerzo podía pasar factura en la etapa más larga de esta edición del Tour, que consistió en 223,5 kilómetros entre Seraing, en Bélgica y Cambrai, ya en territorio francés.
A falta de 400 metros, Martin pedaleó con todas sus fuerzas y no se dejó atrapar, se impuso con 5:28:58 y ahora tiene una ventaja de 12 segundos sobre Chris Froome.

0 comentarios:

Publicar un comentario